jueves, 30 de julio de 2009

SUBMODALIDADES


Buena parte de nuestra vida psíquica adopta una configuración icónica de modo que se activa en nuestra mente según una determinada modalidad sensorial- visual, auditiva, kinestesica, olfativa o gustativa – o un conjunto de modalidades, como si estuviéramos aplicando internamente nuestros sentidos externos.
A su vez, cada una de estas memorias sensoriales consta de elementos, detalles, aspectos, que dan “cuerpo” a la experiencia individual interna. Pues bien, estos detalles de la experiencia sensorial subjetiva reciben el nombre de SUBMODALIDADES y son algo así como los ladrillos, las piezas concretas que lo configura. Veamos algunas de ellas:

MODALIDAD
VISUAL
AUDITIVO
KINESTESICA
(incluye gusto y olfato)




SUBMODALIDADES
Color
Contraste
Tamaño
Forma
Intensidad
Distancia
Claridad
Situación
Movimiento
Densidad/movimiento
asociado/disociado
profundidad/plano
Mono/estereo
Palabra/sonido
Tono
Ritmo
Volumen
Duración
Intensidad/distancia
Calidad de voz
Dirección
frecuencia
Temperatura
Textura
Presión
Peso
Movimiento
Localización
Forma
Tamaño
Posición
olor


Es imposible pensar o recordar una experiencia codificada icónicamente sin hacerlo según una estructura de submodalidades especificas. Por ejemplo, si la persona piensa en la puerta de su casa, ve internamente una imagen de colores no muy definidos, con predominio de grises, excepto en la puerta en sí donde percibe claramente su color real; la importancia de estos códigos operativos radica en que sí se introducen variaciones en su configuración, también se producen cambios en la experiencia emocional que los acompaña. Dicho en otras palabras, si estamos presenciando una película de terror puede que sintamos escalofríos pero si esa película se transforma en algo grotesco, en lugar de miedo es probable que nos produzca risa.
Lo que nos interesa es que podamos utilizar las submodalidades para mitigar el dolor y cambiarlo por una experiencia agradable. Veamos. En el libro de manual práctico de PNL de Ramón Álvarez del año 1996, se encuentra un apartado acerca de las submodalidades del dolor página 52 y 53 el cual vamos a comentar a continuación:
Submodalidades del dolor: También experimentamos el dolor según nuestros propios esquemas mentales. De hecho, la tolerancia al dolor varía en cada individuo y se sabe que un componente esencial de la sensación del sufrimiento- aparte de sus ingredientes fisiológicos objetivos- es la actitud del sujeto que lo experimenta, sus expectativas y la percepción de control o su ausencia sobre la situación. Muchas veces, cuando en mi consulta alguien se queja de dolor de cabeza suelo trabajar con él de una manera parecida a ésta:
1.Procura relajarte controlando tu respiración, haciéndola más abdominal, rítmica y pausada. Pasa mentalmente revista a todo tu cuerpo para localizar posibles tensiones musculares; cuando halles alguna aflójala imaginando que esa zona de tu cuerpo esta aprisionada por una banda elástica de goma: aprieta un poco más esa banda elástica y luego suéltala de golpe mientras continuas respirando tranquilamente
2.Una vez estas relajado, céntrate en tu dolor de cabeza (o en cualquier otro tipo de dolor que puedas estar sintiendo). Dale las gracias por estar ahí, avisándote de algo que a lo mejor es muy importante para ti (el dolor esta producido por alguna parte de nosotros mismos y según uno de los postulados de la P.N.L las diferentes partes de nuestra personalidad tienen siempre propósitos hacia nosotros). No te empeñes en luchar contra él para derrotarlo ni tengas miedo de sentirlo. Explóralo: examina sus submodalidades:
-¿Cómo se siente en concreto?: es punzante, oprime, retuerce, desgarra, quema
-¿Qué extensión tiene?
-¿podría responder a una forma definida?
-¿Qué color le corresponde?
-¿de qué podría estar hecho ese dolor?
3. Una vez establecidas las modalidades del dolor, prueba a cambiar alguna de
ellas por otras que te parezcan más livianas:
-Si lo experimentamos como una bola de acero, prueba a transformarlo en una bola de plástico
-Si lo visualizas de color gris, trata de cambiarlo a u tono azul claro
-Procura reducir su extensión
-Prueba a transformarlo en algo poco consistente, gelatinosos o gaseoso
4. Cuando sientas que estas consiguiendo algunos cambios, intenta desplazarlo:
-deja que vaya escurriéndose a lo largo del cuello
-Deposítalo momentáneamente en la zona de los hombros
-Muévelo despacio a lo largo de tus brazos
_recógelo en tu mano
_Dale nuevamente las gracias por haberte servido de aviso. Asegúrale que le haces caso y procuraras evitar el estrés o las prisas, la competitividad o lo que sea que hace que tu dolor despierte
-Deja que vaya cayendo al suelo
Muchas técnicas de P.N.L y de control mental utilizan la visualización como vimos en el ejemplo anterior, y también tienen como recursos la relajación. Por este motivo en el siguiente capítulo hablaremos de las técnicas de respiración, relajación mental.

No hay comentarios:

Publicar un comentario